Tus manos me inician el día
antes de que se retiren las sombras de la noche.
siento sin necesidad de ver, los rincones conocidos.
te dejo hacer, mientras el calor avanza
hasta quemarme las caderas,
entonces abro y permito que la luz y el agua me bañen.
Despertar.
Rosa Trujillo
Ilustración.www.angelyague.com.es
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